Correo enviado por un amigo del blog
La
intervención del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, ante
el comité ejecutivo nacional de su partido el pasado sábado, 2 de
febrero, ha agravado la situación en que se encuentra el caso
Gürtel-Bárcenas. Primero, por el formato elegido de máximo blindaje y
mínima credibilidad. “Quiero”, dijo el presidente, “que en este asunto
operemos con la máxima transparencia, el máximo rigor y la máxima
diligencia”. Pero a continuación las maneras venían a desmentirle.
Porque de las ruedas de prensa sin preguntas, lo que Esteban González
Pons, vicesecretario del PP, llamaba notas de prensa audiovisuales, se
ha pasado a un escalón superior. Ahora, los periodistas han dejado de
ser testigos, ni siquiera comparten lugar con el compareciente.
Recluidos en otra sala, solo les llega una señal de televisión realizada
por los servicios del partido. Una cámara fija ofrece el plano único
del presidente Rajoy, que lee en un atril. Pero nadie ajeno al comité
ejecutivo nacional pudo dar fe de cómo sucedió.
Segundo,
porque si Rajoy proclama nada tener que ocultar, no temer a la verdad,
no haber venido a la política ni a ganar dinero ni a engañar a Hacienda;
ser a los 23 años, en 1978, Registrador de la Propiedad con una plaza;
ganarse muy bien la vida; ingresar más dinero en su profesión que como
político; haber venido a la política perdiendo dinero porque para él, el
dinero no es lo más importante en esta vida; todas estas protestas nos
obligan a reclamar que se muestre "con máxima transparencia, máximo
rigor y máxima diligencia" toda su trayectoria como Registrador. Por
eso, queremos saber, por ejemplo:
1.-
Si es cierto que siguió disfrutando de los beneficios del Registro de
Villafranca, provincia de León, y de Padrón, provincia de la Coruña,
cuando fue elegido diputado al Parlamento de Galicia en 1981, director
general de Relaciones Institucionales de la Xunta en 1982. .
2.-
Si al concursar voluntariamente y obtener en 1982 el registro de Berga
en el Pirineo catalán, contraviniendo entre otras la obligación de
residir en la localidad donde tiene su sede el Registro, continuó
obteniendo ingresos de esa plaza, que se encuentra a más de mil
kilómetros de Pontevedra, ciudad donde seguía teniendo su residencia
efectiva y sus responsabilidades políticas como concejal del
Ayuntamiento, presidente de la Diputación y Diputado al Congreso desde
1986 y vicepresidente de la Xunta en 1987. Porque si Rajoy como político
concursaba buscando mejores plazas y figuraba como registrador en
activo, debemos saber cuánto cobraba de sus cargos políticos y cuánto
recibía de los registros.
3.-
Si es cierto que nunca solicitó la declaración de compatibilidad del
Ministerio de la Presidencia, a que estaba obligado por la Ley de
Incompatibilidades de los funcionarios públicos, porque en ese caso
alardear de ser persona escrupulosa con el cumplimiento de la legalidad
resultaría excesivo.
4.-
Si los registros de Elche y Santa Pola, que solicitó y le fueron
adjudicados en sucesivos concursos, los atendió alguna vez
personalmente, cuánto cobró hasta 1990 y si simultaneaba esa tarea con
otras responsabilidades políticas.
5.-
Si, cuando a partir de marzo 1990 pide que se le declare en servicios
especiales y su plaza en Santa Pola, queda encomendada a su buen amigo
Francisco Riquelme, titular del Registro de Elche, esa designación a
título de "sustituto accidental permanente", era la que correspondía
según el cuadro legal de sustituciones de la Dirección de Registros y
del Notariado.
6.-
Si a partir de ese momento y siguiendo ejemplos acreditados se repartía
al 50% los beneficios del Registro de Santa Pola con el sustituto que
le hacía el trabajo.
7.-
Si después 1998 a partir de algunos cambios legales, aprobados en el
Consejo de Ministros donde él se sentaba, los beneficios del Registro de
Santa Pola se han partido entre el amigo Riquelme y el Colegio de
Registradores al 50%.
Son
cuestiones relevantes porque permitirían confirmar cuanto es el dinero
perdido de Mariano Rajoy y evaluar su desprendimiento y su entrega
sacrificada a la política, sin atender a las pérdidas que ese afán de
servicio le acarreaba. Se impone despejar de manera indiscutida la
incógnita y los malos pensamientos de quienes sostienen que en el caso
de Rajoy mas que renuncia hubo pluriempleo. De momento, en la
Declaración de Actividades presentada en el Congreso de los Diputados el
1 de diciembre de 2011 el punto segundo "Ejercicio de la función
pública o de cualquier puesto al servicio de una Administración Pública"
figura en blanco y tampoco especifica la Administración para la que
presta sus servicios, ni si ha solicitado el pase a la situación de
servicios especiales o equivalente
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