La Agencia Estatal de Meteorología ha emitido un aviso en el que se advierte, desde hoy y hasta el domingo, del riesgo de que se registren aludes en los tres macizos de Picos de Europa.
Según las previsiones de AEMET las lluvias
intensas previstas para hoy viernes en cotas superiores a los 2.000
metros podrían acelerar el desprendimiento de nieve provocando, de forma
espontánea, aludes pequeños o medianos en todas las orientaciones. Ante esta situación la AEMET estima un riesgo fuerte de que se produzcan aludes por encima de los 2.000 metros en los tres macizos y riesgo notable por debajo de esta cota.
De cara a mañana, sábado día 19, se
prevé que la cota de nieve baje hasta los 700 metros con espesores de
15 a 20 cm. sobre los 1.800 m. por lo que estima un riesgo notable de
aludes por encima de los 2.000 metros y limitado por debajo de esta
cota.
El
domingo 20, la alternancia de lluvia y nieve por debajo de los 1.200
metros, con nevadas de entre 10 y 15 cm en cotas superiores a los 1.800m
hacen prever que el nivel de riesgo de que se produzcan aludes será
estacionario.
Para el lunes, día 21, disminuye el riesgo debido a las heladas nocturnas y el rehielo.
En
estas condiciones, desde los Servicios de Emergencias del Principado de
Asturias se advierte que es especialmente peligroso realizar recorridos
a pie por la alta montaña así como la práctica de deportes invernales
como el esquí de travesía o la escalada en hielo.
Recuerde llevar, en toda ocasión, un teléfono móvil.
Escala Europea de Peligro de Aludes
Según
la escala Europea de Peligro de Aludes riesgo fuerte significa que el
manto nivoso está débilmente estabilizado en la mayoría de las laderas
empinadas por lo que es probable que se desencadenen aludes, incluso
debido a sobrecargas débiles en muchas laderas empinadas. En algunos
casos son esperables numerosos aludes de tamaño medio y frecuentemente
grandes, desencadenados espontáneamente. El nivel
de riesgo notable implica que el manto nivoso está entre moderada y
débilmente estabilizado en numerosas laderas empinadas por lo que es
posible el desencadenamiento de aludes, incluso debido a sobrecargas
débiles, especialmente en laderas empinadas.
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