Aunque no lo parezca, el próximo viernes comienza la estación del verano, durante la cual, en teoría, el sol debería asomar más a menudo y con mayor intensidad.
La dermatitis solar es una reacción cutánea
que está causada por la exposición a los rayos del sol, que originan un
daño en la piel dependiendo siempre de su tipo, son más sensibles las
pieles pálidas.
La luz del sol es rica en rayos
UV en las zonas que se encuentran cerca del mar y en altitudes altas. La
lesión cutánea será aun mayor cuanto mayor sea la intensidad de la luz
solar y la duración de la exposición al mismo, y menor sea el grado de
pigmentación de la zona que se encuentra expuesta.
¿Cuáles son los síntomas de la dermatitis solar?
Las quemaduras solares
comienzan con un enrojecimiento cutáneo luego de la exposición al sol,
con la formación de vesículas o pequeñas ampollas epidérmicas repletas
de líquido, en aquellas zonas que fueron expuesto a la luz del sol,
luego se origina la descamación y la curación de la lesión.
Cuando son leves el enrojecimiento continua con la descamación y puede originarse la pigmentación de la piel, con síntomas como fiebre, dolor de cabeza y vómitos.
¿Quiénes tienen más riesgo de padecer dermatitis solares?
El eritema solar se presenta comúnmente en personas con
pieles pálidas, con pecas y pelirrojos, muy común en niños y en mujeres
muy jóvenes, y reaparece en sucesivas exposiciones.
¿Qué medidas se pueden tomar para evitar los eritemas solares?
El mejor remedio es emplear una crema solar con un factor de
protección solar alto (FPS). Las personas que son más sensibles a la luz
del sol deben colocarse una crema con un FPS de 20 o superior, antes de
exponerse al sol y renovar continuamente la aplicación.
En las quemaduras solares, el uso de apósitos húmedos causan
una sensación de alivio, y pueden emplearse pomadas o cremas de
glucocorticoides como tratamiento.
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