EL Colunga del comienzo de esta temporada, tiene un símil con el río Guadiana, aparece y desaparece como si nada.
Después de unas últimas jornadas en las que parecía haber cogido el rumbo tomado durante la pasada campaña, tanto en la jornada anterior como en ésta, el juego fluido y de toque, junto con el contragolpe rápido e incisivo, se han quedado por el camino. Los nervios, la aceleración, las malas elecciones de pase, los despistes en defensa y en ataque, es el tipo de juego que hemos podido ver tanto el pasado domingo, como ayer miércoles por parte de los colungueses. Si a eso le añadimos, que los rivales en cuestión, contaban con un solo partido ganado cada uno, después de 11 jornadas, malo.
A pesar de todo esto, también hay cosas positivas, siguen creándose ocasiones de gol y seguro que bastaría materializar un tanto, para dar un cambio radical de imagen.
El primer tanto del partido llego a los 47', un pase de David es aprovechado por Cristian ganándoles la espalda a los defensas para plantarse solo ante Carrio Quílligan y batirle con un disparo raso y pegado al poste izquierdo de su portería.
El segundo subiría al marcador en el 83; falta sacada por Aitor, pasividad defensiva ante el desmarque de Daniel que recibe completamente solo y su centro es rematado por Didier a bocajarro sin que Carrio pueda hacer absolutamente nada.
Al margen de lo deportivo, comentar que la iluminación del campo es muy insuficiente para la práctica del fútbol en condiciones normales, a la hora en la que se disputó el encuentro.
En el vídeo siguiente, se puede ver a Cristian marcando el primer tanto.
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