Una vez finalizada la reparación de la campana del reloj del pueblo de Lastres, antes de descender, no sin cierto peligro, tomamos algunas imágenes que desde tan privilegiado lugar se podían contemplar y en su día, para acompañarlas, añadimos una canción que aunque no tiene que ver con el bello pueblo pesquero, si puede formar parte del sentimiento de personas que por una u otra circunstancia, hayan abandonado el lugar.
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