Según datos de la Sociedad Española de Reumatología (SER), al menos una de cada cinco personas mayor de 16 años en España (unos 6 millones de personas) padece alguna dolencia reumática, cifra que según los expertos, en 2015 se elevará a 6,5 millones y en 2025 a 7 millones. Estas enfermedades, cuyo coste total se calcula en un coste similar al del cáncer, tiene una incidencia mayor en la mujer, en una proporción de 2 mujeres por cada hombre, cifra que llega a ser hasta 10 veces mayor en enfermedades como la osteoporosis. Debido a la alta prevalencia que tienen estas enfermedades, las segundas después de las enfermedades cardiovasculares, y con objeto de concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de su prevención, Octubre ha sido elegido Mes de las Enfermedades Reumáticas, fecha durante la cual se celebrarán a su vez el Día Mundial de las Enfermedades Reumáticas (12 de octubre), el Día Mundial de la Artritis Reumatoide (10 de octubre) y el Día Mundial de la Osteoporosis (20 de octubre). Y ello en la línea marcada por la Sociedad Española de Reumatología (SER), que desde el pasado mes de mayo viene celebrando un evento popular llamado Reumasalud, una especie de carpa instalada a modo de “consulta itinerante” y que los días 4 y 5 de octubre se ubicará en la ciudad de León. Quienes acudan a esta carpa podrán realizarse densitometrías y ecografías, pruebas mediante las que se detectan algunas de las enfermedades reumáticas más comunes.
Información en farmacias
Paralelamente a Reumasalud, la SER ha iniciado
hace dos meses una campaña informativa que se está desarrollando en
2.200 farmacias barcelonesas, 1.800 farmacias madrileñas y 800 farmacias
sevillanas, y cuyo lema es Párate ahora y podrás disfrutar siempre. El
objetivo de esta campaña es reforzar los conceptos de tratamiento y
prevención de las enfermedades reumáticas para lograr una mejor calidad
de vida en estos pacientes. Además y coincidiendo con Reumasalud, 83
farmacias leonesas participarán durante el mes de octubre en esta
campaña informativa en la que se han repartido posters y trípticos
informativos que describen qué son y cómo inciden cada una de las seis
patologías reumáticas más comunes en la población.
Un esquema a grandes rasgos
Según el doctor Joseph Blanch, presidente de la SER y consultor del Servicio de Reumatología del Hospital del Mar de Barcelona, la
reumatología es la parte de la medicina interna que se encarga del
diagnóstico, tratamiento e investigación de todas las enfermedades del
aparato locomotor, es decir, todas aquellas en las que están implicados
los huesos, los tendones, los músculos o las articulaciones, todo el
sistema que nos permite movernos y que no son de tipo quirúrgico. El
universo de las enfermedades reumáticas es enorme, llegándose a
registrar hasta 200, y después de las enfermedades cardiovasculares,
suponen el segundo grupo de enfermedades en prevalencia. De entre ellas,
las más comunes son la artritis reumatoide, la artrosis, el dolor
lumbar, la fibromialgia y los reumatismos de partes blandas. Según el
doctor Blanch, un esquema a grandes rasgos de las enfermedades
reumáticas sería el que permite catalogarlas en enfermedades inflamatorias, de desgaste y de partes blandas.
EN EL PRIMER GRUPO estarían incluidas la artritis reumatoide y enfermedades relacionadas, como la espondilitis anquilosante, como
las más características. La artritis reumatoide se produce al
inflamarse las articulaciones, lo que provoca dolor e hinchazón,
deformidad y dificultad para realizar movimientos, que se presenta
habitualmente de forma poliarticular y simétrica, afectando con más
frecuencia a muñecas, articulaciones de los dedos de las manos y los
pies, codos, hombros, caderas, rodillas y tobillos. La inflamación
persistente puede acabar dañando las articulaciones y su consecuencia
será la deformidad progresiva, la reducción de movilidad articular, e
incluso, la discapacidad. Esta enfermedad puede llegar a generar una
gran discapacidad y afecta a un cuarto de millón de personas en España.
El dolor lumbar, que es el padecimiento musculoesquelético más
frecuente (con una prevalencia del 15%), puede tener una causa de tipo
inflamatorio, y cuyo origen estaría en enfermedades que provocan
inflamación en la columna vertebral, como por ejemplo la espondilitis
anquilosante, las infecciones o los tumores, o una causa de tipo
mecánico. Entre las de causas de origen mecánico estarían las
alteraciones de las estructuras que forman la columna lumbar (región de
la espalda situada ente las últimas costillas y la zona glútea), como
degeneración del disco vertebral, artrosis, fracturas por osteoporosis,
musculatura lumbar atrófica o escoliosis.
En un SEGUNDO GRUPO se incluirían las enfermedades reumáticas en que hay desgaste articular del cartílago, como la artrosis,
enfermedad que afecta a millones de personas en España (el 10% de la
población general) y origina dolor, rigidez e incapacidad funcional, y
la osteoporosis, enfermedad que implica la pérdida de cantidad y calidad
del hueso. La artrosis, habitualmente se localiza en la columna
cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro, los dedos, las
manos, la articulación de la raíz del pulgar, la cadera, la rodilla y la
articulación del comienzo del dedo gordo del pie. En una fase más
avanzada, el cartílago se adelgaza y en determinadas zonas, desaparece.
La consecuencia es que el hueso articular se deforma (crece en los
extremos y márgenes, formando los “osteofitos”). Dentro de este grupo se
engloba también la osteoporosis, enfermedad que se produce cuando hay pérdida en la calidad y cantidad de hueso, de manera que se
vuelve más poroso, con más aire en su interior, aumentando el número y
el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior. Los
huesos se vuelven más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con
mayor facilidad convirtiendo a las fracturas en el síntoma y la
consecuencia de la enfermedad. En
condiciones normales, una persona alcanza entre los 30 y 35 años un
nivel máximo de masa ósea (pico de masa ósea) lo que quiere decir la
cantidad de hueso que presenta una persona. A partir de ese momento, la
pérdida de masa ósea suele ser lenta y durar para toda la vida. Existen
ocasiones en las que esta pérdida de masa ósea se ve acelerada por una
serie de circunstancias, por ejemplo en el caso de las mujeres quienes
tienen un pico de masa ósea inferior y el cese de la producción de
hormonas sexuales femeninas durante la menopausia puede dar como
consecuencia una pérdida más rápida de hueso lo que es conocido como
osteoporosis posmenopáusica. En los ancianos, la osteoporosis aparece
como consecuencia del envejecimiento y de una alteración del metabolismo
de la vitamina D. Sin embargo, existen otras causas de la enfermedad
que pueden aparecer como consecuencia de algunos tóxicos, medicamentos,
enfermedades endocrinas, reumatoides inflamatorias, de la sangre o del
hígado.
Y ya en el TERCER GRUPO se englobarían las enfermedades en las que hay afectación de las partes blandas del aparato locomotor, es decir, de lo que no son huesos (tendones, músculos, fascias…), y que a su vez podrían subdividirse en reumatismos de partes blandas generalizadas, en cuyo caso estaríamos hablado de fibromialgia, enfermedad que padece el 2,8% de la población española adulta, y reumatismos de partes blandas localizadas, en cuyo grupo se englobarían las tendinitis y las bursitis,
entre otras. Respecto a la fibromialgia, no se conoce la causa de la
enfermedad, aunque en algunos casos se ha desencadenado a raíz de una
infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil, una separación
matrimonial, un divorcio o por problemas familiares. En otros casos
puede aparecer después de otra enfermedad conocida: artritis reumatoide,
lupus eritematoso sistémico (enfermedad sistémica con un componente
osteoarticular que produce inflamación articular y que tiene
afectaciones cutáneas), etc. Uno de los aspectos más destacables de la
fibromialgia es la identificación de puntos dolorosos en el cuerpo que
permiten un sencillo diagnóstico del padecimiento. Cuando los puntos
dolorosos son más de 11 de los 18 identificados, se puede hacer un
diagnóstico de la fibromialgia.
En cuanto a la bursitis
es la inflamación del saco lleno de líquido (bolsa) que se encuentra
entre el tendón y la piel o entre el tendón y el hueso, y la tendinitis,
la del tendón o su inserción en el hueso (entesitis). Esta inflamación
se puede producir por el uso excesivo crónico de la articulación, un
trauma, o por reumatismos inflamatorios como las espondiloartritis o la
artritis reumatoide. Un ejemplo típico es la epicondilitis lateral,
también llamada “codo de tenista”, porque puede producirse como
consecuencia de la sobrecarga a que se somete a los músculos
epicondíleos (los encargados de extender o girar la mano con la palma
hacia arriba) al golpear la pelota con la raqueta en un golpe de revés,
aunque también puede ser producida por otras causas como pintar con
brocha o rodillo, operar una sierra continua o el uso frecuente de otras
herramientas de mano de forma continua, constituyendo una enfermedad
profesional.
El factor genético, determinante
Según el doctor Blanch,
las enfermedades reumáticas son enfermedades con una casuística muy
distinta. El porcentaje que ocupa el componente genético en la artritis
reumatoide o en la osteoporosis es importantísimo (70-80%). El tanto por
ciento restante habría que buscarlo en el componente medioambiental, de
entre los cuales el que más importancia adquiere en la artritis reumatoide
es el tabaco: se ha descubierto que la gente que fuma tiene artritis
reumatoide con más frecuencia que la que no fuma, y cuando la tienen, se
presenta de forma más grave en los fumadores que en los no fumadores.
Por lo tanto, según el doctor Blanch, el tabaco es un elemento
favorecedor.
En la osteoporosis,
además del tabaco y el alcohol, las dietas pobres en calcio, el déficit
de vitamina D (que se obtiene a través del sol) y la falta de
ejercicio, son factores medioambientales que favorecen su aparición y
gravedad. El restante 70% también se debe al factor genético.
Mala calidad de vida y peor capacidad funcional
Cuando hablamos de
enfermedades reumáticas, nos referimos a enfermedades que abarcan todos
los aspectos de la cotidianeidad de quienes las padecen. Según datos de
la SER, las enfermedades reumáticas son la primera
causa de incapacidad permanente y aparecen de esta forma en el 40% de
los procesos estudiados.Además,
el 70% de las personas mayores con algún tipo de reumatismo tiene
dificultad para realizar actividades de la vida diaria, cerca de 2
millones tiene limitaciones para desplazarse fuera del hogar y más de un
millón no puede realizar las tareas del hogar y presentan
complicaciones para moverse dentro de sus casas. Según el doctor Blanch,
muchas de las personas con reumatismos de alto grado incapacitante
podrán beneficiarse de las prestaciones que brinda la nueva Ley de
Dependencia, según los baremos establecidos y consensuados con las
distintas organizaciones.
Cuidado con el estrés
Según el doctor Blanch
el estrés hace que cualquier enfermedad se note más, algo que ocurre
especialmente en las enfermedades reumáticas. De hecho, se ha demostrado
que en situaciones estresantes o de inestabilidad emocional, los
pacientes reumáticos acucian más los síntomas, lo cual no quiere decir
que el estrés agrave la enfermedad, sino que se hace notar más, al
margen del deterioro en la calidad de vida que lleva parejo.
“Mañana va a llover”
Asimismo, la humedad y los cambios atmosféricos
hacen que se perciban los síntomas con mayor intensidad. En palabras
del doctor Blanch, “es muy común que a nuestras consultas acudan
enfermos con enfermedades reumáticas que predicen los cambios de tiempo,
ya que sus síntomas se hacen notar más en esos momentos. El mecanismo
al que obedece esta agudización de los síntomas parece estar en las
terminaciones nerviosas encargadas de transportar el dolor, que se
estimulan más ante cambios de presión atmosférica. Al parecer, el cambio
en la cantidad de partículas ionizadas que hay en la atmósfera, vuelve
más sensibles a las terminaciones nerviosas, de ahí la explicación de
ese adelantarse al tiempo del que hacen gala muchas de las personas con
reumatismos que vienen a nuestra consulta, que a veces son auténticos
hombres del tiempo”. Según Blanch, al igual que con el estrés, no es que
la enfermedad se agrave ante los cambios atmosféricos, sino que los
pacientes la notan más. Igualmente la humedad es un factor que acentúa
la percepción del dolor y otros síntomas.
Ejercicio
Con sentido común
Según el doctor Blanch,
aunque el ejercicio siempre es bueno y recomendable, hay que hacerlo
con sentido común. De hecho, es muy común que los deportistas de élite a
largo plazo tengan problemas con las articulaciones. Por ejemplo,
caminar una hora y media al día estimula la formación de hueso en la
osteoporosis. Ahora bien, los deportes en los que haya mucho impacto no
son recomendables en esta enfermedad, ya que pueden inducir a la
fractura. Y curiosamente la natación, que tan bien va para la artrosis o
la artritis reumatoide al permitir el ejercicio en una situación de
semiingravidez, fortaleciendo los músculos sin machacar los huesos y las
articulaciones, sin embargo en la osteoporosis no resulta tan
recomendable, ya que no se ha demostrado que aumente la masa ósea, algo
que sí ocurre al caminar gracias al pequeño impacto que se produce con
el suelo y que es lo que estimula la formación de hueso. Por lo tanto,
caminar es lo mejor para las enfermedades reumáticas, salvo en los casos
de artrosis de rodilla muy graves, en los que lógicamente no será bueno
tampoco. En estos casos la fisioterapia bien atendida (evitado subir y
bajar escaleras) es lo más recomendable. Pero ojo, el ejercicio hay que
hacerlo siempre con sentido común y bajo control médico.
Shiatsu, taichi, pilates…
Importaciones orientales muy saludables
Igualmente, en palabras
de Blanch, para los reumatismos va muy bien cualquier tipo de gimnasia
de tipo suave, siempre y cuando esté dirigida por un profesional
acreditado o por un fisioterapeuta. En general, las gimnasias orientales
de tipo taichi, shiatsu o pilates van muy bien en los casos de
fibromialgia o de artrosis. En cuanto a las gimnasias suaves y los
masajes suaves, éstos últimos siempre que no haya inflamación en una
articulación, también resultan una opción muy saludable, al igual que la
balnoterapia.
¿Y los niños?
Aunque no es muy común,
existe un porcentaje elevado de niños con enfermedades reumáticas. De
hecho, hasta existe una especialidad de reumatología pediátrica. Por
ejemplo, concretamente la artritis idiopática juvenil es una enfermedad
caracterizada por la inflamación de las articulaciones en pacientes que
tienen menos de 16 años. Hay varias formas de presentación:
poliarticular (parecida a la artritis reumatoide de los adultos),
oligoarticular (que afecta a cuatro o menos articulaciones) y la
enfermedad de Still (en la que hay un componente más sistémico, con
dolor articular y afectación de órganos internos como el hígado y
ganglios).
Fuente: consejosdetufarmaceutico.com
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