Según datos de la Sociedad Española de Reumatología (SER), al menos una de cada cinco personas mayor de 16 años en España (unos 6 millones de personas) padece alguna dolencia reumática, cifra que según los expertos, en 2015 se elevará a 6,5 millones y en 2025 a 7 millones. Estas enfermedades, cuyo coste total se calcula en un coste similar al del cáncer, tiene una incidencia mayor en la mujer, en un
  Información en farmacias
    Paralelamente a Reumasalud, la SER ha iniciado 
hace dos meses una campaña informativa que se está desarrollando en 
2.200 farmacias barcelonesas, 1.800 farmacias madrileñas y 800 farmacias
 sevillanas, y cuyo lema es Párate ahora y podrás disfrutar siempre. El
 objetivo de esta campaña es reforzar los conceptos de tratamiento y 
prevención de las enfermedades reumáticas para lograr una mejor calidad 
de vida en estos pacientes. Además y coincidiendo con Reumasalud, 83 
farmacias leonesas participarán durante el mes de octubre en esta 
campaña informativa en la que se han repartido posters y trípticos 
informativos que describen qué son y cómo inciden cada una de las seis 
patologías reumáticas más comunes en la población.
  
Un esquema a grandes rasgos
Según el doctor Joseph Blanch, presidente de la SER y consultor del Servicio de Reumatología del Hospital del Mar de Barcelona, la
 reumatología es la parte de la medicina interna que se encarga del 
diagnóstico, tratamiento e investigación de todas las enfermedades del 
aparato locomotor, es decir, todas aquellas en las que están implicados 
los huesos, los tendones, los músculos o las articulaciones, todo el 
sistema que nos permite movernos y que no son de tipo quirúrgico. El 
universo de las enfermedades reumáticas es enorme, llegándose a 
registrar hasta 200, y después de las enfermedades cardiovasculares, 
suponen el segundo grupo de enfermedades en prevalencia. De entre ellas,
 las más comunes son la artritis reumatoide, la artrosis, el dolor 
lumbar, la fibromialgia y los reumatismos de partes blandas. Según el 
doctor Blanch, un esquema a grandes rasgos de las enfermedades 
reumáticas sería el que permite catalogarlas en enfermedades inflamatorias, de desgaste y de partes blandas. 
EN EL PRIMER GRUPO estarían incluidas la artritis reumatoide y enfermedades relacionadas, como la espondilitis anquilosante, como
 las más características. La artritis reumatoide se produce al 
inflamarse las articulaciones, lo que provoca dolor e hinchazón, 
deformidad y dificultad para realizar movimientos, que se presenta 
habitualmente de forma poliarticular y simétrica, afectando con más 
frecuencia a muñecas, articulaciones de los dedos de las manos y los 
pies, codos, hombros, caderas, rodillas y tobillos. La inflamación 
persistente puede acabar dañando las articulaciones y su consecuencia 
será la deformidad progresiva, la reducción de movilidad articular, e 
incluso, la discapacidad. Esta enfermedad puede llegar a generar una 
gran discapacidad y afecta a un cuarto de millón de personas en España. 
El dolor lumbar, que es el padecimiento musculoesquelético más 
frecuente (con una prevalencia del 15%), puede tener una causa de tipo 
inflamatorio, y cuyo origen estaría en enfermedades que provocan 
inflamación en la columna vertebral, como por ejemplo la espondilitis 
anquilosante, las infecciones o los tumores, o una causa de tipo 
mecánico. Entre las de causas de origen mecánico estarían las 
alteraciones de las estructuras que forman la columna lumbar (región de 
la espalda situada ente las últimas costillas y la zona glútea), como 
degeneración del disco vertebral, artrosis, fracturas por osteoporosis, 
musculatura lumbar atrófica o escoliosis.
En un SEGUNDO GRUPO se incluirían las enfermedades reumáticas en que hay desgaste articular del cartílago, como la artrosis,
 enfermedad que afecta a millones de personas en España (el 10% de la 
población general) y origina dolor, rigidez e incapacidad funcional, y 
la osteoporosis, enfermedad que implica la pérdida de cantidad y calidad
 del hueso. La artrosis, habitualmente se localiza en la columna 
cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro, los dedos, las 
manos, la articulación de la raíz del pulgar, la cadera, la rodilla y la
 articulación del comienzo del dedo gordo del pie. En una fase más 
avanzada, el cartílago se adelgaza y en determinadas zonas, desaparece. 
La consecuencia es que el hueso articular se deforma (crece en los 
extremos y márgenes, formando los “osteofitos”). Dentro de este grupo se
 engloba también la osteoporosis, enfermedad que se produce cuando hay pérdida en la calidad y cantidad de hueso, de manera que  se
 vuelve más poroso, con más aire en su interior, aumentando el número y 
el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior. Los 
huesos se vuelven más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con
 mayor facilidad convirtiendo a las fracturas en el síntoma y la 
consecuencia de la enfermedad. En
 condiciones normales, una persona alcanza entre los 30 y 35 años un 
nivel máximo de masa ósea (pico de masa ósea) lo que quiere decir la 
cantidad de hueso que presenta una persona. A partir de ese momento, la 
pérdida de masa ósea suele ser lenta y durar para toda la vida. Existen 
ocasiones en las que esta pérdida de masa ósea se ve acelerada por una 
serie de circunstancias, por ejemplo en el caso de las mujeres quienes 
tienen un pico de masa ósea inferior y el cese de la producción de 
hormonas sexuales femeninas durante la menopausia puede dar como 
consecuencia una pérdida más rápida de hueso lo que es conocido como 
osteoporosis posmenopáusica. En los ancianos, la osteoporosis aparece 
como consecuencia del envejecimiento y de una alteración del metabolismo
 de la vitamina D. Sin embargo, existen otras causas de la enfermedad 
que pueden aparecer como consecuencia de algunos tóxicos, medicamentos, 
enfermedades endocrinas, reumatoides inflamatorias, de la sangre o del 
hígado. 
Y ya en el TERCER GRUPO se englobarían las enfermedades en las que hay afectación de las partes blandas del aparato locomotor, es decir, de lo que no son huesos (tendones, músculos, fascias…), y que a su vez podrían subdividirse en reumatismos de partes blandas generalizadas, en cuyo caso estaríamos hablado de fibromialgia, enfermedad que padece el 2,8% de la población española adulta, y reumatismos de partes blandas localizadas, en cuyo grupo se englobarían las tendinitis y las bursitis,
 entre otras. Respecto a la fibromialgia, no se conoce la causa de la 
enfermedad, aunque en algunos casos se ha desencadenado a raíz de una 
infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil, una separación 
matrimonial, un divorcio o por problemas familiares. En otros casos 
puede aparecer después de otra enfermedad conocida: artritis reumatoide,
 lupus eritematoso sistémico (enfermedad sistémica con un componente 
osteoarticular que produce inflamación articular y que tiene 
afectaciones cutáneas), etc. Uno de los aspectos más destacables de la 
fibromialgia es la identificación de puntos dolorosos en el cuerpo que 
permiten un sencillo diagnóstico del padecimiento. Cuando los puntos 
dolorosos son más de 11 de los 18 identificados, se puede hacer un 
diagnóstico de la fibromialgia. 
En cuanto a la bursitis
 es la inflamación del saco lleno de líquido (bolsa) que se encuentra 
entre el tendón y la piel o entre el tendón y el hueso, y la tendinitis,
 la del tendón o su inserción en el hueso (entesitis). Esta inflamación 
se puede producir por el uso excesivo crónico de la articulación, un 
trauma, o por reumatismos inflamatorios como las espondiloartritis o la 
artritis reumatoide. Un ejemplo típico es la epicondilitis lateral, 
también llamada “codo de tenista”, porque puede producirse como 
consecuencia de la sobrecarga a que se somete a los músculos 
epicondíleos (los encargados de extender o girar la mano con la palma 
hacia arriba) al golpear la pelota con la raqueta en un golpe de revés, 
aunque también puede ser producida por otras causas como pintar con 
brocha o rodillo, operar una sierra continua o el uso frecuente de otras
 herramientas de mano de forma continua, constituyendo una enfermedad 
profesional.
El factor genético, determinante
Según el doctor Blanch,
 las enfermedades reumáticas son enfermedades con una casuística muy 
distinta. El porcentaje que ocupa el componente genético en la artritis 
reumatoide o en la osteoporosis es importantísimo (70-80%). El tanto por
 ciento restante habría que buscarlo en el componente medioambiental, de
 entre los cuales el que más importancia adquiere en la artritis reumatoide
 es el tabaco: se ha descubierto que la gente que fuma tiene artritis 
reumatoide con más frecuencia que la que no fuma, y cuando la tienen, se
 presenta de forma más grave en los fumadores que en los no fumadores. 
Por lo tanto, según el doctor Blanch, el tabaco es un elemento 
favorecedor.
En la osteoporosis,
 además del tabaco y el alcohol, las dietas pobres en calcio, el déficit
 de vitamina D (que se obtiene a través del sol) y la falta de 
ejercicio, son factores medioambientales que favorecen su aparición y 
gravedad. El restante 70% también se debe al factor genético. 
Mala calidad de vida y peor capacidad funcional
Cuando hablamos de 
enfermedades reumáticas, nos referimos a enfermedades que abarcan todos 
los aspectos de la cotidianeidad de quienes las padecen. Según datos de 
la SER, las enfermedades reumáticas son la primera 
causa de incapacidad permanente y aparecen de esta forma en el 40% de 
los procesos estudiados.Además,
 el 70% de las personas mayores con algún tipo de reumatismo tiene 
dificultad para realizar actividades de la vida diaria, cerca de 2 
millones tiene limitaciones para desplazarse fuera del hogar y más de un
 millón no puede realizar las tareas del hogar y presentan 
complicaciones para moverse dentro de sus casas. Según el doctor Blanch,
 muchas de las personas con reumatismos de alto grado incapacitante 
podrán beneficiarse de las prestaciones que brinda la nueva Ley de 
Dependencia, según los baremos establecidos y consensuados con las 
distintas organizaciones. 
Cuidado con el estrés
Según el doctor Blanch 
el estrés hace que cualquier enfermedad se note más, algo que ocurre 
especialmente en las enfermedades reumáticas. De hecho, se ha demostrado
 que en situaciones estresantes o de inestabilidad emocional, los 
pacientes reumáticos acucian más los síntomas, lo cual no quiere decir 
que el estrés agrave la enfermedad, sino que se hace notar más, al 
margen del deterioro en la calidad de vida que lleva parejo.
“Mañana va a llover”
Asimismo, la humedad y los cambios atmosféricos
 hacen que se perciban los síntomas con mayor intensidad. En palabras 
del doctor Blanch, “es muy común que a nuestras consultas acudan 
enfermos con enfermedades reumáticas que predicen los cambios de tiempo,
 ya que sus síntomas se hacen notar más en esos momentos. El mecanismo 
al que obedece esta agudización de los síntomas parece estar en las 
terminaciones nerviosas encargadas de transportar el dolor, que se 
estimulan más ante cambios de presión atmosférica. Al parecer, el cambio
 en la cantidad de partículas ionizadas que hay en la atmósfera, vuelve 
más sensibles a las terminaciones nerviosas, de ahí la explicación de 
ese adelantarse al tiempo del que hacen gala muchas de las personas con 
reumatismos que vienen a nuestra consulta, que a veces son auténticos 
hombres del tiempo”. Según Blanch, al igual que con el estrés, no es que
 la enfermedad se agrave ante los cambios atmosféricos, sino que los 
pacientes la notan más. Igualmente la humedad es un factor que acentúa 
la percepción del dolor y otros síntomas. 
Ejercicio
Con sentido común
Según el doctor Blanch,
 aunque el ejercicio siempre es bueno y recomendable, hay que hacerlo 
con sentido común. De hecho, es muy común que los deportistas de élite a
 largo plazo tengan problemas con las articulaciones. Por ejemplo, 
caminar una hora y media al día estimula la formación de hueso en la 
osteoporosis. Ahora bien, los deportes en los que haya mucho impacto no 
son recomendables en esta enfermedad, ya que pueden inducir a la 
fractura. Y curiosamente la natación, que tan bien va para la artrosis o
 la artritis reumatoide al permitir el ejercicio en una situación de 
semiingravidez, fortaleciendo los músculos sin machacar los huesos y las
 articulaciones, sin embargo en la osteoporosis no resulta tan 
recomendable, ya que no se ha demostrado que aumente la masa ósea, algo 
que sí ocurre al caminar gracias al pequeño impacto que se produce con 
el suelo y que es lo que estimula la formación de hueso. Por lo tanto, 
caminar es lo mejor para las enfermedades reumáticas, salvo en los casos
 de artrosis de rodilla muy graves, en los que lógicamente no será bueno
 tampoco. En estos casos la fisioterapia bien atendida (evitado subir y 
bajar escaleras) es lo más recomendable. Pero ojo, el ejercicio hay que 
hacerlo siempre con sentido común y bajo control médico.
Shiatsu, taichi, pilates…
Importaciones orientales muy saludables
Igualmente, en palabras
 de Blanch, para los reumatismos va muy bien cualquier tipo de gimnasia 
de tipo suave, siempre y cuando esté dirigida por un profesional 
acreditado o por un fisioterapeuta. En general, las gimnasias orientales
 de tipo taichi, shiatsu o pilates van muy bien en los casos de 
fibromialgia o de artrosis. En cuanto a las gimnasias suaves y los 
masajes suaves, éstos últimos siempre que no haya inflamación en una 
articulación, también resultan una opción muy saludable, al igual que la
 balnoterapia. 
¿Y los niños?
Aunque no es muy común,
 existe un porcentaje elevado de niños con enfermedades reumáticas. De 
hecho, hasta existe una especialidad de reumatología pediátrica. Por 
ejemplo, concretamente la artritis idiopática juvenil es una enfermedad 
caracterizada por la inflamación de las articulaciones en pacientes que 
tienen menos de 16 años. Hay varias formas de presentación: 
poliarticular (parecida a la artritis reumatoide de los adultos), 
oligoarticular (que afecta a cuatro o menos articulaciones) y la 
enfermedad de Still (en la que hay un componente más sistémico, con 
dolor articular y afectación de órganos internos como el hígado y 
ganglios). 
Fuente: consejosdetufarmaceutico.com 


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